No saber donde nos hallamos,
en qué punto, qué lado, qué parte.
Ignorar totalmente el norte,
a sabiendas de estar perdidos.
No saber donde estamos,
mientras nos miramos descaradamente,
mientras la electricidad crece.
Mientras nos rozamos.
No saber qué esperan,
cuando nos dicen que confiemos.
Pero tú y yo nos miramos de reojo,
van a destrozarse y no estaremos delante.
No saber que seremos tú y yo,
los que se libren de toda esa mierda,
los que construirán a base de música otra casa.
Nos rogarán compasión y ayuda.
No saber que se abandonaran a sí mismos,
cuando se den cuenta de sus errores.
De que nos tomaron por locos,
cuando nos forzamos a ser exigentes.
No saber donde ha quedado todo,
todas las tragedias que nos prometieron.
Porque gracias a que lo hicimos,
nunca seremos unos infelices como ellos.
0 comentarios :
Publicar un comentario