No se trata de ti, si no de mí. De mi autoestima y mi estado mental. Crezco, te joda lo que te joda, crezco. Porque es lo que debería hacer. Crecer ante tus ojos hasta llegar a mi mayor altura, dejándote muy por debajo. He sido, soy y seré mi máximo. A mí el fuego me alimenta más que cualquier cosa. Yo consumo, no me abandono. Y si me gusta, voy a ir a por él. Y si quiero tocar el puto cielo, lo haré. Y ya no es que vayan a hablar, es que van a mirarte, observarte durante un largo tiempo. Y después van a copiarte. La iniciativa propia en una persona es como una propiedad única. Toma bases, admira, inspírate, pero nunca sigas el camino de nadie. Traza una senda que te lleve a donde quieres y más lejos aún. Sé un ser oscuro, brillante, pálido o tierno. Conserva un pedazo de esos brillos que levas dentro. Lo que te constituye y te hace tener una personalidad. Sonríe que les jode, baila que les humilla y escribe, lee, canta o supérales como quieras. Pero quierete. Quiérete por encima de todos los huracanes que se originan en tu centro. Y tal y como te quieres a tu persona, trasládalo a otros. Busca en otros, lo que tu vida te hace sentir.