Dato: Darse cuenta de algo que es a diario triste, es un buen tema para escribir.
Dato2: No debería serlo.

Ir andando sola por la calle y llorar. Darte cuenta de que en realidad nadie te conoce. Que en realidad nadie se molesta en hacer nada cuando sufres. Que ni siquiera se dan cuenta de que lloras, de que lloras sola. De que te despides de ellos llorando. Que nadie sabe realmente lo que te pasa por la cabeza. Que tal vez fingen muy bien y les das igual. Darte cuenta de que nadie te conoce lo suficiente. Que no me conocen a mí. Que nadie sabe que hay cosas que odio por encantarme. Que me agobio cuando me hablan. Que me hieren. Nadie sabe si realmente soy de piedra o de cartón. O si soy una mezcla entre algo. Darme cuenta de que no saben nada de mí. De que mis probables amigas no me conocen...

Que tienen que darse cuenta de que a veces cansa ser difícil, porque no lo hago aposta. Soy borde, vale. Pero es mejor que ser una niña pija que saluda y se ríe por todo. Que si te esfuerzas un poquito, me llegas. No es tan difícil alcanzarme. Si de verdad me conocieran, lo sabrían. Que las cosas me cuestan. Que aunque diga que él me pone nerviosa, a menos que él o cualquiera me dicen algo un poco fuera de lo normal me muero. Que si que tal vez soy única y no en el buen sentido. ¿Pero qué? Necesito que alguien se preocupe en conocerme, aunque ni siquiera yo ponga de mi parte. He llegado a un momento en el que no sé quiénes son mis amigas. Y peor, ni siquiera ellas saben quién soy yo...

Buscar apoyo en las bases de tu vida y descubrir que no están. Que no podían sujetarme y se han marchado. Que solo quedan los cimientos básicos. Que estoy sola aquí, sujetando un rascacielo que cada día se tambalea más. Que no puedo avisar a nadie para que me ayude porque no aguantarían el peso. Que se cae, que se derrumba. Y que todos lo saben. Por eso cuando caiga no habrá nadie debajo, todos se habrán apartado.