Lejos a ratos esporádicos, momentáneos
juntos en el siguiente minuto,
minuto que no es constante.
La poesía rompe más que la prosa.
Amor irreparable si cerca
y vacío desolador si lejos.
Cerca cuando hay claridad,
lejos cuando todo es a ciegas.
Para desgracia de muchos,
el pánico invade más rápido
que la penosa felicidad.
En esto me incluyo.
Le lloraría un río
solo si así fuese consciente,
de que el dolor me atraviesa
aunque no deje verlo.
Intento sujetarte en vano
mientras te alejas sin freno.
Aunque luego regreses,
esto sigue vacío.
Claro está, que cuando regresas
la ciega soy yo
y te lleno de besos, ignorante
de que más tarde te marchas.
Quién nos mandó abandonar estos espacios :(
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