Estoy..., ¿confusa? ¿dolida?
Ni siquiera lo sé. Me creo hasta incapaz de definir en qué situación sentimental me encuentro. Me he cruzado con él, continuamente, repetidamente, como siempre. Y a pesar de que no he sentido nada, me ha pasado algo. Porque ahora, cuando nos vemos, nos evitamos, sin saber realmente por qué. El destino nos pone en situaciones estúpidas, y debemos esperar a que el otro reaccione. Estoy revuelta, mi cabeza no puede digerir todo. Ahora, es tan fácil estar cerca de él, que se me hace complicado. Sé que la mayoría de las veces no hemos necesitado decirnos nada, ni siquiera mirarnos. Nada ha cambiado. Nuestras palabras se cruzan sin más, como si se tratase de hablar al aire. Ya ignoro el preguntarme qué ha pasado. Porque precisamente ahora, es el momento en el que mejor nos podían ir las cosas, como amigos. Pero sin embargo, es todo lo contrario, empeoramos como persona.