Y cuando voy a olvidarle por sus desapariciones,
justo cuando estoy en el punto justo, aparece.
Sin dar motivo alguno ni explicación. Aparece con ese
no sé que tiene, dándome fuerte. Y se acerca y se aleja,
como si la peonza esta vez fuera él. Vuelve, sin ninguna
explicación de porque había desaparecido. Y cuando
se cansa, decide irse dejando el rastro de siempre,
ninguno. O al menos, eso hace la mayoría de las veces.
lunes, febrero 18, 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
Siril Blog Template. Con la tecnología de Blogger.
Opt-in Form (Do Not Edit Here)
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España.
0 comentarios :
Publicar un comentario