Me perdí en su mirada. Y cuando encontré la salida, el no estaba de mi mano. Me he quedado atrapada. Le echo de menos, hasta virtualmente. Odio que me pregunten si todavia que le quiero, porque eso me hace tener que replantearme muchas cosas. Y aún asi, digo que no, que es un estupido y que se le ha pasado el tren. Pero el tren se ha retrasado y sr ha quedado en la estacion. Son tantas explicaciones que tiene que darme que ni un te quiero me lo aclararia todo. Me levanto todos los dias prnsando en que hice mal para no poderme levantar con el una mañana de diciembre. Me he prometido muchas veces que ya no dire su nombre, pero es que es inevitable. Espero que sea cierto lo que dicen, el corazon guarda lo que la mente no puede olvidar.