Cenicienta se ha caído cariño.
De la torre, del caballo y de todos lados donde tu la has subido. No la ha recogido otro príncipe, se ha levantado ella sola. Y está aquí, dándole los buenos días a diciembre y no a ti. Mirála, riéndo con sus amigas, debajo de ese vestido que lleva han habido muchas hostias. Pero las tiritas han curado los rasguños.
Por hoy, por ayer y por lo qué será mañana. Ahora es Cenicienta con un vestido, una chaqueta y unos tacones. Que se va de fiesta a hacer amigas, o amigos. Ha pasado por delante tuyo cincuenta veces. Y lo siento, con mirarle el culo no sirve.
Cenicienta recogió el cemento que le sobró de su torre, y construyó una muralla alrededor de ella.
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