Lo vi venir de lejos. Él ni siquiera se había dado cuenta de que estaba. Intenté buscar refugio en mi capucha, pero no había manera. Debí parecer idiota bajándome la sudadera hasta un punto interminable. Mierda, seguía acercándose. Aún no me había visto, o eso pensaba yo. Me miró de reojo, tan disimuladamente que lo intercepté, enseguida se dio cuenta del error y retiro la mirada. Así que, me había visto. Cada vez quedaba menos espacio para cruzarnos. En apenas segundos, pisamos la misma baldosa y nos juntamos. Ambos nos detuvimos a mirarnos, sus ojos brillaban a una intensidad parecida a los míos. Nos paramos 2 segundos, pero a nosotros nos pareció eterno, al menos a mí. Fui incapaz de respirar, me dejó la mente en blanco. Ambos seguimos caminando, como si la cantidad de sentimientos que se respiraba en el aire fuera inexistente. Y cuando fuimos a dar vuelta en una esquina, los dos miramos hacia atrás, para comprobar que el mundo de nuestros ojos era real.
miércoles, mayo 15, 2013
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
Siril Blog Template. Con la tecnología de Blogger.
Opt-in Form (Do Not Edit Here)
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 España.
Aaaaains que bonitoooo
ResponderEliminarGRACIAS CHIQUIIIIIIIIIIIIIIII :)
EliminarMe encanta la última frase, me ha dejado como... No sé xD ¡Me encanta como escribes! :D
ResponderEliminarajajjaja pues es una historia real :)
EliminarGracias nena, a mi me encanta como escribes tú!